En un movimiento estratégico que redefine el panorama de la inteligencia artificial a escala planetaria, Cerebras Systems ha anunciado la apertura de seis nuevos centros de datos dedicados exclusivamente a IA en Norteamérica y Europa, posicionándose como uno de los principales impulsores de la computación de próxima generación.
🌍 Potencia distribuida: Oklahoma, Montreal, Francia…
La expansión contempla infraestructuras en puntos clave: Oklahoma City, Texas, Minnesota, Georgia, Montreal y Francia. El primero en activarse será el centro de Oklahoma, que entrará en funcionamiento en junio de 2025 con más de 300 sistemas CS-3. Montreal le seguirá en julio con su colaboración estratégica con Enovum, asegurando capacidad de inferencia acelerada para todo el ecosistema tecnológico canadiense.
⚙️ El motor de la máquina: CS-3 y WSE-3
En el corazón de esta revolución tecnológica se encuentra el WSE-3 (Wafer-Scale Engine 3), el chip más grande jamás construido para IA. Con una arquitectura de 4 billones de transistores y 900.000 núcleos, el sistema CS-3 que lo integra promete ejecutar tareas de inferencia hasta 20 veces más rápido que las mejores GPU disponibles.
Mientras algunos optimizan software, Cerebras rediseña el hardware completo.
🤝 Alianzas de poder: Meta, Hugging Face y el Pentágono
Cerebras no camina sola. Ya ha cerrado acuerdos estratégicos con gigantes como Meta y Hugging Face para ejecutar modelos como Llama 4 directamente sobre su infraestructura, con velocidades que reducen horas de proceso a minutos.
Y como si eso no bastara, la empresa ha sido seleccionada junto a la canadiense Ranovus por el Departamento de Defensa de EE. UU., con un contrato de 45 millones de dólares para desarrollar una tecnología de interconexión óptica de ultra alta velocidad, orientada a aplicaciones críticas de IA.
🧭 ¿Qué significa esto para el futuro?
Más allá de la potencia bruta, Cerebras está construyendo una infraestructura paralela al sistema clásico de cómputo, una red que no solo responde más rápido, sino que redefine cómo se entrenan y despliegan modelos de IA a escala mundial. En la Sombra, lo leemos así: Cerebras no quiere competir con los grandes del silicio, quiere reescribir las reglas del juego.
Radar IA seguirá de cerca esta expansión, que mezcla ciencia dura, infraestructura estratégica y una visión de futuro que parece sacada de una novela de William Gibson, pero ya está en marcha.