
La WWDC25 está a punto de comenzar. Del 9 al 13 de junio, Apple volverá a tomar el escenario con su estilo inconfundible: minimalismo brillante, frases milimétricas y, como siempre, un telón que no se levanta hasta que ellos deciden.
Pero este año, el contexto es distinto. 2025 no es un año cualquiera. Estamos en plena fiebre de la inteligencia artificial. Chatbots, asistentes, copilotos, agentes autónomos… todos hablan, todos predicen, todos generan. Todos, menos Apple.
El silencio más ruidoso del sector
Mientras OpenAI, Google, Anthropic o Meta llenan titulares, Apple ha jugado a otro ritmo. Ha sido más tímida, más hermética. ¿Están realmente por detrás… o cocinando algo diferente?
Lo que se espera en la WWDC25 no es solo un nuevo iOS o mejoras para macOS. Es una declaración de principios sobre cómo entiende Apple la IA.
¿Siri se reinventa? ¿Llega la IA generativa made in Apple?
Los rumores apuntan a un Siri rediseñado desde cero, capaz de comprender contexto, ejecutar acciones complejas y, por primera vez, competir con los grandes modelos de lenguaje. La diferencia es que Apple no quiere externalizar su inteligencia: busca hacerlo todo on-device, sin nube, sin exposición.
IA sí, pero con privacidad
Aquí puede estar su carta ganadora. Mientras otros modelos requieren miles de millones de datos para entrenarse, Apple podría presentar una alternativa: modelos más pequeños, privados, integrados directamente en sus chips. Es una visión diferente, menos expansiva, pero más controlada. Y profundamente Apple.
¿Qué hay en juego?
Apple no puede quedarse fuera del juego de la inteligencia artificial. Pero tampoco puede traicionar su narrativa de privacidad, control y experiencia cerrada. Lo que veremos en la WWDC25 no será solo software: será la forma en que Apple redefine su lugar en la nueva guerra de plataformas.
Y lo sabremos pronto.
Del 9 al 13 de junio, se abre el telón.
Y no solo para ver qué lanza Apple.
Sino para entender qué oculta.