🔥Ola de calor en Barcelona: ¿Puede la tecnología ayudarnos a enfriar el planeta?

Editorial especial | IA, innovación y cambio climático en tiempos extremos

Barcelona vive una de las olas de calor más intensas del siglo XXI. Las temperaturas superan los 40 °C, el asfalto se deforma, las UCIs se llenan, y el estrés térmico afecta incluso al descanso nocturno. Pero más allá de lo anecdótico, esta situación es parte de un patrón que se repite y agrava: un planeta que se calienta más rápido de lo que habíamos previsto. A nivel global, la temperatura promedio ya ha superado el +1,2 °C respecto a niveles preindustriales y el IPCC advierte que podríamos alcanzar el umbral de 1,5 °C en apenas una década.

¿Estamos condenados al colapso climático? No necesariamente. Pero el tiempo juega en contra. Por eso, la pregunta clave es: ¿puede la tecnología —y en especial la inteligencia artificial— ayudarnos a revertir el rumbo?

Este editorial se adentra en las tecnologías que no solo podrían mitigar el cambio climático, sino también comenzar a restaurar parte del daño. No desde el optimismo ingenuo, sino desde la evidencia científica, las aplicaciones reales y los avances recientes que marcan un camino, aún posible, hacia la resiliencia climática.

🌡️ IA: del diagnóstico al tratamiento del planeta

La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa lejana. Hoy es una aliada activa en la lucha climática. Su capacidad para procesar datos, identificar patrones y optimizar sistemas la convierte en un multiplicador de impacto. Según el informe de la Universidad de Stanford, la IA ya se utiliza en tres frentes críticos:

  • Predicción climática y alertas tempranas: IBM DeepThunder predice con días de antelación tormentas, incendios e inundaciones urbanas. En África, el proyecto IKI usa modelos IA para anticipar sequías y permitir a agricultores adaptarse a nuevos calendarios agrícolas. Y en 2025, la ONU ha extendido su iniciativa “Early Warnings for All” a más de 50 países gracias al uso de IA.
  • Eficiencia energética industrial: Google DeepMind logró reducir un 40% el consumo de refrigeración en sus data centers. IBM Watson gestiona en tiempo real los sistemas HVAC de miles de edificios en EE.UU. Y en Manhattan, BrainBox AI ha conseguido disminuir un 15,8% el uso energético sin modificar infraestructuras, solo con IA y datos.
  • Monitoreo ambiental: Global Forest Watch detecta deforestación en tiempo real mediante satélites. Rainforest Connection escucha talas ilegales con micrófonos solares en selvas tropicales. Y Space Intelligence ha mapeado más de 1 millón de hectáreas de bosques en 30 países.

Además, la IA ya se aplica en predicciones de rendimiento agrícola (ClimateAi), gestión de redes eléctricas urbanas (Copenhague) y planificación hídrica (Eurecat y Generalitat de Catalunya).

🔧 La IA también construye: captura de carbono y materiales del futuro

Uno de los desafíos más urgentes es remover CO₂ del aire. Aquí la IA no solo ayuda, sino que acelera:

  • Investigadores de la Universidad de Illinois y Argonne han generado más de 100.000 marcos metal-orgánicos (MOFs) con IA para atrapar carbono atmosférico.
  • La Universidad de Surrey probó que la IA puede mejorar en 16,7% la eficiencia de captura de CO₂ y reducir un 36,3% el consumo energético asociado.
  • Halliburton utiliza IA para estimar con un 85% de precisión los mejores lugares donde almacenar CO₂ en el subsuelo.

En paralelo, las plantas DAC (Direct Air Capture) como Mammoth en Islandia —operada por Climeworks— ya eliminan 36.000 toneladas de CO₂ anuales. La visión a 2050, con apoyo político y económico, es alcanzar una escala de gigatoneladas por año. Pero para ello, se necesitará combinar tecnología con IA para optimizar cada etapa del proceso: desde la absorción química hasta la logística de almacenamiento.

⚡ Más allá de los algoritmos: hardware, redes y energía limpia

La IA multiplica su poder cuando se integra con otras innovaciones:

  • Heliogen usa espejos controlados por IA para generar calor industrial a partir del sol.
  • Equinor lidera la eólica flotante, expandiendo los límites de las turbinas marinas.
  • DeepMind predice producción eólica con 36 horas de antelación, mejorando la integración de renovables en la red.

Y si miramos la realidad energética, los datos invitan al optimismo: en 2023 se instalaron 510 GW de capacidad renovable, un 50% más que en 2022. China, Europa, EE.UU. y Brasil lideran la transición, mientras que los costes de baterías han caído un 90% en la última década.

La UE y EE.UU. están invirtiendo miles de millones en redes inteligentes, infraestructura para hidrógeno verde y almacenamiento estacionario. Y aunque el ritmo aún no es suficiente, la tendencia es clara: las renovables han dejado de ser una alternativa, y ya son la columna vertebral de la descarbonización.

🌍 IA verde o IA gris: el dilema

¿Puede una tecnología que consume tanta energía ayudarnos a combatir el cambio climático? Esa es la paradoja. Porque los mismos modelos que optimizan el planeta también lo calientan si no se alimentan de energía limpia.

Las emisiones de Google aumentaron un 50% entre 2019 y 2023, en gran parte por sus centros de datos. La respuesta está en la “IA Verde”: algoritmos eficientes, energía renovable para el entrenamiento, y reciclaje de hardware. Herramientas como CodeCarbon ya permiten medir la huella de carbono de los algoritmos.

🌱 El nuevo tejido climático: agricultura, ciudades y alimentos

La revolución climática no será solo energética. Será sistémica. Y la tecnología ya está permeando sectores clave:

  • Agricultura de precisión: sensores IoT, drones y algoritmos IA están transformando el campo. Se anticipan plagas, se dosifican recursos, y se secuestra carbono en los suelos.
  • Carne cultivada: proyectos como Memphis Meats desarrollan proteína en laboratorio, reduciendo el impacto de la ganadería (responsable del 14,5% de las emisiones globales).
  • Dietas inteligentes: la IA analiza hábitos y propone cambios alimentarios sostenibles. Un estudio del IPCC concluye que el cambio dietético es una de las palancas más potentes —y menos utilizadas— contra el calentamiento.

En paralelo, las ciudades inteligentes combinan IoT, IA y 5G para regular el consumo, adaptarse al calor extremo y reducir su huella climática. El edificio autosuficiente ya no es utopía: se diseña con gemelos digitales, se alimenta con paneles solares, y se enfría con inteligencia.

🔴 Conclusión: no estamos tarde, pero ya no hay margen para el error

La tecnología no es neutra. Puede alimentar el sistema que contamina o diseñar el mundo que enfría. En plena ola de calor en Barcelona, el algoritmo no sustituye la acción política, pero sí puede amplificarla. La IA, bien usada, es una lupa, un termostato, una brújula. Y también una palanca.

La evidencia ya no cabe en informes: está en el aire denso que respiramos hoy. En las alertas que emiten nuestros sensores. En la urgencia de cada decisión pública o privada que tomemos.

No hay un único botón que enfríe el planeta. Pero sí un conjunto de herramientas —de código, de hardware, de comunidad— que juntas pueden hacerlo.

Desde Sombra Radio, insistimos: no hablamos solo de futuro. Hablamos de presente. Y el presente está ardiendo.

Que el calor no nos paralice. Que nos active.

📚 Para profundizar en los datos y estudios que sustentan este artículo, puedes consultar los siguientes informes:

La ciencia está sobre la mesa. El futuro, aún está por escribirse.

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Redacción Sombra Radio

Artículos creados por el equipo editorial de Sombra Radio, con la colaboración de herramientas de inteligencia artificial. Supervisado y editado por Sandra Tormo Britapaja, fundadora del medio. En Sombra Radio exploramos la intersección entre tecnología, inteligencia artificial y cultura contemporánea con mirada crítica e independiente.

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