
Una reciente orden judicial en EE. UU. obliga a OpenAI a conservar los historiales de conversación de ChatGPT, incluso aquellos que los usuarios han eliminado. Esto ha encendido todas las alarmas sobre la privacidad en el uso de modelos de lenguaje generativo. ¿Dónde quedan nuestros datos cuando hablamos con una IA? ¿Y a quién le pertenecen realmente?
⚖️ El caso que lo ha desencadenado todo
Todo comenzó con la demanda del New York Times contra OpenAI por supuesta infracción de derechos de autor. En este contexto, un tribunal estadounidense ha ordenado a la empresa conservar todos los registros de conversación, incluso si los usuarios los han borrado o si se produjeron en modo de navegación temporal.
Esto afecta a:
- Usuarios gratuitos
- Usuarios de ChatGPT Plus, Pro y Team
- Usuarios de API sin acuerdo de Zero Data Retention (ZDR)
Quedan exentos los usuarios de ChatGPT Enterprise, ChatGPT Edu y quienes hayan firmado acuerdos ZDR.
🧩 ¿Qué está en juego?
El problema va más allá de una simple copia de seguridad. Estamos hablando de la propiedad, el acceso y el uso de los datos generados por millones de personas en sus interacciones con ChatGPT.
La política de privacidad de OpenAI admite que puede recoger:
- Nombres, emails y datos de contacto
- Información de pago
- Dirección IP, localización, navegador
- Archivos cargados y texto ingresado en el chat
Y no solo eso: el contenido generado puede ser revisado por empleados humanos con fines de mejora del sistema. Sí, lo que escribes podría ser leído por una persona real dentro de OpenAI.
🛡️ ¿Podemos protegernos?
Algunas opciones están en manos del usuario, aunque con matices:
- Desactivar el historial de chat: evita que tus conversaciones se usen para entrenar modelos, pero no impide su almacenamiento.
- Usar el modo de chat temporal: tus conversaciones se eliminan tras 30 días y no se usan para entrenamiento, aunque podrían ser almacenadas judicialmente.
- No compartas información personal o sensible: regla de oro mientras no existan leyes claras.
🧠 Una conversación más amplia
Este caso es una llamada de atención. El auge de la inteligencia artificial nos está forzando a enfrentar una cuestión incómoda: ¿quién controla la información que generamos con estas herramientas?
En Sombra Radio creemos que la conversación sobre IA debe ir mucho más allá de la innovación. Debe incluir derechos, transparencia y límites. Porque lo que está en juego no es solo lo que la IA sabe de nosotros… sino lo que puede hacer con ello.
Fuente: Xataka